domingo, 7 de septiembre de 2014

¡¡¡BOLIVIA NOS SORPRENDE!!!

Llegó la hora de dejar Perú, así que, con pena y con ganas, cogimos un bus en Puno para cruzar la frontera y pisar tierra boliviana. Los trámites para el cambio de país fueron viento en popa y no tuvimos problema alguno. Ahora tocaba acostumbrarse a otra moneda, a nuevos precios, y a los bolivianos,  que tienen fama de ser pelín bordes con los turistas.
Nuestra primera parada la hicimos en Copacabana, un lugar tranquilo donde descansar, dar paseos bordeando el lago Titicaca o visitar la Isla del Sol. También su mercado, por supuesto, o darse una vuelta por la plaza de la Iglesia, donde pueden encontrarse un montón de autos adornados con banderines de colores, sombreros, flores... Al parecer lo hacen para bendecir el carro, y siendo como son las carreteras bolivianas, no me extraña...
De allí nos pusimos rumbo a La Paz, una ciudad que guarda un encanto especial. Recorrimos sus calles con sus cuestas, caminando despacio y sin aire. Visitamos museos, la colonial calle Jaén, y llegada la hora de la merienda decidimos conocer la cultura gastronómica de la zona, así que acabamos en un pequeño local comiendo buñuelos con miel para Canela, y con azúcar glass para Canelón. Nos habían contado que los bolivianos eran serios y distantes, pero compartimos mesa con un señor encantador, que nos dio información valiosa sobre Bolivia. Pascuala, la dueña, nos trató de vicio y hasta le sacamos una sonrisa cuando pedimos otra ronda de buñuelos. Cierto que son más tímidos que los peruanos, pero son muy buena gente, sin ninguna duda.
En el mercado de las brujas, nos topamos con una estampa algo macabra, y es que por todos los puestos colgaban pequeños cuerpos de llamas disecadas que daban un poco de yuyu. Las utilizan para realizar brujería, vudú y ese tipo de cosas de las que no sé mucho.
Cerca de este mercado se encuentra el Museo de la Coca, una visita muy interesante. Cuenta toda la historia de la hoja de coca, desde su uso en la antigüedad por muchas culturas andinas hasta cómo se utiliza actualmente.

Aunque haya quien se alarme al escuchar la palabra coca (pero nos parece lo más normal cuando está en la etiqueta roja y blanca de la coca-cola...), la hoja de coca para los bolivianos es como el café para nosotros, les ayuda a estar más despiertos, a tener mayor rendimiento, y a hacerle frente a la altura, que en La Paz pega fuerte.

Los incas usaban la coca también como anestésico. Gracias a su efecto podían realizar trepanaciones sin causar gran dolor, no como los europeos, que tenían que emborrachar a sus pacientes con litros de whisky, y aún así los pobrecillos gritaban como locos. Cuando los españoles descubrieron este uso de la coca, no dudaron en introducirla en la medicina europea, y el impacto fue tan fuerte que incluso se creó un vino con extracto de hojas de coca que causó furor a principios del Siglo XX en Europa y EEUU. Con la ley seca, a los estadounidenses se les cerró el grifo, pero un americano avispado tuvo la genial idea de inventar la Coca-Cola, que mezclaba extracto de hojas de coca y extracto de nuez de cola (una nuez africana con mucha más cafeína que el café), vamos, una auténtica bomba, de venta sólo en farmacias. Hoy en día siguen utilizando la hoja de coca en su receta secreta, aunque solo como saborizante.

Por último, también explicaban el proceso para la elaboración de la droga cocaína. Para ello se utilizan un montón de productos tóxicos (cal, ácido sulfúrico, ...), por lo que es tan peligroso el elaborarla como el tomarla. EEUU, con un 5% de población a nivel mundial, consume un 50% de cocaína, y España está en el tercer puesto del ranking consumidor. ¿No sería mucho mejor poder tomar un matecito de hojas de coca natural? Ay no, que está prohibida... Qué gran hipocresía la de este mundo...

A pesar de que para muchos turistas La Paz es meramente un lugar de tránsito, si se dispone de tiempo bien merece dedicarle un par de días. Montar en el Teleférico, visitar el Valle de la Luna, la iglesia de San Francisco...

Hay infinidad de actividades que pueden realizarse en esta ciudad, pero sin duda lo mejor es perderse por las calles paceñas, llenas de cholitas con pollera, y compartir un poco sus costumbres con sus gentes. ¡No os olvidéis de probar los buñuelos!

DATOS PRÁCTICOS
- Para cruzar la frontera: nosotros lo hicimos en bus, con la compañía Huaruro por 15 soles, muy bien. Te ayudan con cualquier duda con el papeleo, y te esperan. Conocimos varios casos de turistas a los que el bus les dejó tirados mientras hacían los trámites. POR FAVOR, NO VIAJEIS CON LA COMPAÑÍA TITICACA BUS!!! Son famosos por no esperar al turista.
- Isla del Sol: los barcos salen a las 8.30 y 13.00 y retornan a las 16.00h. Quien quiera puede quedarse a pernoctar en la isla.
- La Paz: llegamos a La Paz en autobús, con Vicuña Travel, 20 bolivianos. La carretera es buena.
- Museo de la coca: la entrada cuesta 15 bolivianos.
- Valle de la luna: el sitio es curioso pero a nosotros la visita nos pareció sin más. Sin andáis con el tiempo justo no merece la pena. Podéis contratar un tour o ir hasta allí en taxi por unos  40 bolivianos.
- La carretera de la muerte: esta famosa carretera que tantas vidas se ha llevado sólo puede hacerse en bicicleta. Nosotros no lo hicimos pero si tenéis pensado hacerlo, os recomemdamos preguntar en la Embajada por el número de muertes reales de turistas. Se esconde mucha verdad porque se ingresa mucho dinero...

4 comentarios:

  1. Hola chicos, ya veo que seguís pasándolo genial!!! Que envidia ( de la mala ) por supuesto!!! Cuidarnos mucho.
    Besos

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    1. Estamos encantados con Bolivia, ha superado con creces nuestras expectativas! Abrazos!!

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  2. Que bien, casi parece que hacemos el viaje con vosotros. Besos y achuchones

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    1. Qué ilusión Germán!!! Nos alegra que nos leas, muchos achuchones para ti!!!

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