jueves, 5 de marzo de 2015

DE LAS 4.000 ISLAS A CAMBOYA...

Pasamos nuestros últimos días en Laos en las relajadas 4.000 islas, concretamente, rulando en bici por Don Khone y Don Det, donde hace cuatro años vimos el cielo más estrellado que jamás hemos visto. La electricidad ha llegado por fin hasta aquí, así que ya no hay estrellas iluminando los caminos, pero los locales están muy contentos porque pueden enchufarse un ventilador cuando el calor aprieta. Además, por fin pueden ofrecer a los turistas lo que quieren: aire acondicionado, coca-cola fría y wifi en la habitación.

Me imagino la expectación que tuvieron que vivir los lugareños días antes de hacerse la luz, ese milagro que nos llegó hace mucho a nosotros, pero que para esta gente significaba un gran cambio en sus vidas.
En Don Det, 4.000 islas.

La verdad que, con luz o sin luz, descansar unos días en las islas nos vino de perlas, y así cogimos con más ganas el camino hacia Camboya. Mochila al hombro, salimos bien temprano desde Don Khone en un barquito infestado de turistas (algunos sin desodorante), como sardinillas en lata. El barquito nos dejó a todos en Ban Nakasan, tierra firme, donde un avispado local nos encaminó a todo el grupo hasta un stand en el que tramitan los papeleos para la visa. Vimos que la mayoría de guiris aceptaba estos servicios y, durante unos minutos nos surgieron dudas, pero finalmente preferimos hacerlo por nuestra cuenta, lo que sin duda tiene sus ventajas.

Total, que decidimos buscarnos la vida en la aduana y nos salió todo bien, aunque menudo ajetreo... Mira que hemos cruzado fronteras durante estos ocho meses de viaje, pero ésta ha sido sin duda la más tediosa.

Primero cogimos una minivan desde Ban Nakasan hasta el paso fronterizo, donde los listillos oficiales te piden que pagues por el sello de salida. Puede que si te pones pesado no te lo cobren, porque muy legal no es, pero todo el mundo lo paga y al final piensas que por dos dólares no te merece la pena montar un Cristo, y con eso juegan...

Lo que nos dejó alucinados fue que, además de los dos dólares del sello de salida, en el lado camboyano tenían montado un chiringuito para la "prevención del ébola". En teoría tenías que pasar por aquí y pagar un dólar (no sé para qué), pero les dijimos que tururú Mambrú...  ¡Aquel quitaperras era para partirse de risa!

Con el visado en mano, cruzamos a pie la frontera hasta llegar a un pequeño restaurante, en el que te hacen esperar como una hora (porque tienen que hacer todo el papeleo de la gente que ha contratado los servicios de un tercero... aquel avispado que os contaba antes). Por fin viene un bus o una minivan a buscarte, y te montas deseando que tenga aire acondicionado. Te duermes, y al de un rato te apean en no sé qué lugar durante el tiempo que sea, que en nuestro caso fueron 40 minutos, pero los hubo que se tiraron allí unas cinco horas...
Careto de Canelón durante la larga espera, sentado sobre su mochila y con mucho calor..

Nosotros tuvimos suerte porque habíamos contratado el autobús en Don Khone, y el señor hizo tan bien las cosas que nos reservó dos asientos en una minivan camboyana, que en breve os contaré cómo son... Pero algunos guiris se quedaron totalmente tirados, y es que los buses y furgos que pasaban venían llenos. Algo muy raro...

Cansados de tanto trajín, por fin llegamos a Ban Lung pero, como era viernes y coincidía con el Nuevo Año Chino, todos los hoteles de la ciudad estaban full. Todos, menos uno, que costaba la friolera de 40 dólares. Se nos hizo de noche buscando una guesthouse, me dolían los hombros y los pies de zapatear durante horas con la mochila, y maldije el fucking Año Chino como unas 3.000 veces, al grito de ¡¡¡que esto es Camboyaaaa!!! Ya me veía sacando el saco y durmiendo en la calle, así que decidido: hoy tiramos la casa por la ventana. Así, a la fuerza, es como acabamos durmiendo como Reyes en un hotelazo con piscina y buen desayuno continental.
Qué pronto se acostumbra una a la vida burguesa...

La verdad que estuvimos muy a gusto, disfrutones como somos, pero al día siguiente iniciamos de nuevo la búsqueda, aunque obtuvimos el mismo resultado: todo full. ¡Full de Estambul! Por suerte, alguien quiso que los milagros existan y se anuló una reserva de una cama de noventa en un modesto hostal, que por supuesto la cogimos al vuelo, ¡nuestra! A dormir apretaditos y con mucho calor, pero por 7 dólares la noche. Contigo pan y cebolla, darling. Aunque no estaría mal echar un euromillón...

DATOS PRÁCTICOS :
*Hacer el visado por tu cuenta tiene sus ventajas:
- Te ahorras 3 dólares, no es mucho pero entre los dos son 6, y con eso ya hacemos algo por aquí...
- Tienes contigo el pasaporte en todo momento. Vimos como más de un guiri se llevó un buen susto al no aparecer su "passport"... ¿Merece la pena pasar un mal rato por delegar en otros algo que puedes hacer tú?
- Si contratas los servicios de esta gente, te meten en un autobús grande, porque tienen que repartir los pasaportes entre el rebaño. En cambio, si lo haces por cuenta propia, vas en minivan hasta el siguiente punto, lo que significa rapidez, y viene bien, creedme...
*¿Qué isla escoger: Don Det o Don Khone?
- Don Khone es más tranquila, por lo que la gente que va es más bien entrada en años. Los alojamientos en general son algo más caros que en Don Det, pero encuentras algunos de precio mochilero. En Don Det hay más gente y el ambiente es más hippie, hay mucho alojamiento barato donde elegir y los bares que hay tienen mucho mejor ambiente. Por cierto, sí se quiere en Don Det no hay problema para estar "happy"... Ambas islas están conectadas por el antiguo piente del ferrocarril, y se se puede pasar de una a otra en bici.
* ¿Qué hacer en Don Khone y Don Det?
- El plan en estas islas es descansar, leer y dar paseos en bici, nada de estresarse. Hay unas cascadas en Don Khone bastante grandes, pero tienes que pasar de camino por una garita que te cobra una entrada de 35.000kips por persona, bastante cara ya que es lo que pagas por dormir una noche. Aún así, el paseo es muy bonito. Hace 4 años sólo se podía llegar en bici pero con la electricidad han venido más turistas a las islas, y ya hay hasta tuc tucs, para los más vaguetes...
* ¿Cómo llegar a las 4.000 islas?
- Se puede contratar todo el trajín dezde Vientiane por 170.000 kips, que incluye: bus nocturno de Vientiane a Paksé, minivan de Paksé a Ban Nakasan  y barquito de Ban Nakasan a Don Det (más cerca) o Don Khone (más lejos).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MIL GRACIAS POR COMENTAR!!! Intentaremos responderte, aunque no sabemos cuando...