miércoles, 25 de febrero de 2015

EN EL FESTIVAL DE LOS ELEFANTES DE SAYABOURY...

Estando en el norte laosiano, nos enteramos por casualidad de que todos los febreros se celebra en Sayaboury el Festival de los Elefantes, al parecer una fiesta local a la que practicamente no asisten turistas. A mí aquello de juntar Festival con Elefantes me sonó raro, pero como las casualidades no existen, decidimos investigar...

Resulta que en 2007, una ONG llamada ElefantAsia decidió poner en marcha este festival con la idea de proteger a los elefantes, a puntito de extinguirse. El proyecto tuvo tanto éxito, que desde entonces se celebra cada año, sobre mediados de febrero.

Leímos que esta ONG ayudaba a los mahouts a tratar mejor a los animales, así que decidimos ir, y allí nos plantamos. Bueno, no fue tan fácil, que para llegar tuvimos que pedir a una señora que nos escribiera en una cartulina Sayaboury en lao, montarnos en un bus que nos dejó en un cruce, y hacer dedo.

Por suerte, al de quince minutos paró una furgoneta y pudimos montarnos en su backy (junto a otras cuatro personas y los bultos de otras cuatro que iban en el asiento de adelante, que en teoría era biplaza... ) No sé si el sentir las bofetadas del viento en la cara ayudó a que el paisaje pareciera más bucólico, pero el trayecto en backy hasta Sayaboury, a pesar de no poder mover ni un milímetro los pies, me pareció precioso.

Llegamos casi de noche y aún teníamos que buscar dónde dormir. Sabíamos que las guesthouse suben los precios y se llenan con motivo del Festival, así que íbamos con la idea de hacer homestay, y es que, durante los tres días de festival, los locales abren sus casas a los turistas por un módico precio. Buscamos pues el Centro de Información, donde nos asignaron la casa número 56, además de proporcionarnos el programa del festejo y mapas de la ciudad. A ver si aprenden los del BBK Live...
Todas las casas tienen un cartel con el número asignado 

Con la expectativa de no saber lo que te vas a encontrar, íbamos más felices que un ocho en busca y captura de la casa 56. Una simpática viejecita nos abrió la puerta con más elegancia que la Preysler en las fiestas de Ferrero, y supe que aquello iba a marchar bien... Era nuestra anfitriona, la señora Mae Too Ae, que por supuesto no tenía ni papa de inglés.

Yo no sé si se pensó que nosotros sabíamos laosiano, pero nos soltó unas buenas parrafadas en lao... Al ver que no la entendíamos, se partía de la risa y nos golpeaba suavemente en el hombro, en señal de chanza. Vaya risas... En una de éstas, a mí me cogió del brazo y, sin parar de hablarme en laosiano, me enseñó toda la casa, desde la cocina hasta el baño.

Después nos acomodó en un colchón en mitad del salón, con mosquitera y todo, y nos llevó a su cocina. Nos sentamos pues los tres a la mesa, y comenzó a sacar cestos de arroz, una bolsa con una especie de mermelada de tamarindo, algo parecido al laap, y una sopa fría de pescado. Entre gestos y aspavientos nos invitó a empapuzarnos, como hace cualquier abuela.

El primer día del festival, según el programa, lanzan al cielo farolillos de colores al caer la noche. Yo tenía ganas de verlos volar pero, pudiendo cenar con Mae Too Ae, ¿quién quiere farolillos? Total, que nos perdimos el inicio del festival por cenar con esta señora tan simpática, que a punto estuvo de morir de risa cuando Canelón mordió un hueso de tamarindo, y casi se parte una muela...
No paraba de reírse, pero para la foto se peinó y se puso seria...

En la cama improvisada, dormimos la mar de a gusto, aunque a las 5.30h de la mañana nos despertaron los niños de la casa, que se pusieron a ver los dibujos en el salón. De todos modos, madrugar nos vino bien, porque las actividades festivaleras comenzaban a las 7.00h en el estadio, y queríamos estar allí.

Cuando llegamos al estadio, aquello ya sobrepasaba los ratios... Una marabunta de laosianos recorría las calles, y todo era como en cualquier otra fiesta del mundo: desfiles, ropas tradicionales, puestitos de comida, niños con globos de helio, barracas... La diferencia era que allí había elefantes por todos lados, vestidos con sus mejores galas.


Estuvimos un rato viendo el desfile pero nos moríamos de calor, así que de vez en cuando nos escapábamos a comer algo y tomar una cervecíta... En un viaje de estos de estraperlo, nos sentamos en un césped con una beerlao. Un grupo de laosianos que andaban cerca nos prestó una esterilla, y más tarde acabó invitándonos a sentarnos en su mesa. Nos dieron cervezas y tentempiés asiáticos, y pasamos un rato muy agradable, comunicándonos a base de mímica. Por supuesto salió el tema del fútbol, los niños, y demás... Más castañas que otra cosa, nuestros nuevos amigos nos anunciaron que se volvían a Luang Prabang en furgo, así que nos despedimos y fuimos al río, a ver cómo los mahouts bañaban a sus elefantes.

La verdad que asistir al Festival de los Elefantes fue toda una experiencia, y admito que nos lo pasamos súper bien. Pero sobre todo, fue un gran placer conocer a la gran Mae Too Ae y su familia. Si volvemos a Sayaboury, volveremos a la casa 56...

DATOS PRÁCTICOS :
- Dormir en homestay cuesta 35.000 kips por persona y noche. No incluye las comidas, aunque a nosotros nos invitaron a cenar... En el Centro de Información podéis conseguir una casa (se paga a la casera en mano, no en el Centro).
- Centro de Información: además de conseguir una casa, fuera ponen un tablón con todos los horarios de autobús  a distintos destinos. No olvidéis memorizar el horario que os interesa, o sacar una foto al panel, como hicimos nosotros, que somos muy dados al cambio de planes...
- Cómo llegar a Sayaboury: hay autobuses desde Luang Prabang (3 horas) y desde Vientiane (7horas). Como nosotros fuimos desde Vang Vieng, tuvimos que coger un bus hasta un cruce y hacer autostop.
- ¿Cúando se organiza el Festival?: todos los años en el mes de febrero, sobre el 13 ó 17, depende de cómo caiga el fin de semana. Podéis informaros aquí de las fechas concretas y demás cosas.
- ¿Cuánto dura el Festival?: de viernes a domingo, siendo el sábado el día grande.

2 comentarios:

  1. Que experiencia mas bonita!
    Mas vale una sonrisa sincera que todo lo demás! Yo me he reido imaginandomelao también!
    Un musu enorme a los.Canelones!
    Maitane

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    Respuestas
    1. Ups, no habíamos leído este mensaje! Fue una experiencia inolvidable, Maitane!!!! Y no pudimos reirnos más!!! :-)

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