viernes, 6 de febrero de 2015

ADIÓS TAILANDIA, SABAIDEE LAOS...

Y después de Sukhotai no sabíamos muy bien hacia donde dirigirnos... Nos habíamos encontrado por el camino con varios turistas que nos recomendaron ir a Pai, donde al parecer hay mucha fiesta en poco espacio, así que decidimos dejar las juergas para los veinteañeros y tirar para Chiang Mai.

Nada más llegar, me sentí un poco abrumada por tanto cartel de Trip Advisor y Lonely Planet, sin duda una señal de que el lugar era turístico de narices. Chiang Mai es la ciudad más grande del norte de Tailandia, y tienes para ver casi tantos templos como en Bangkok, pero no sé explicar por qué, a mi no me cautivó demasiado... Reconozco que el casco histórico se merece una visita, pero me faltó el encanto de Bangkok, o la solera de Sukhotai. Aun así, os recomiendo visitar Chiang Mai, porque bonita es, sólo que yo soy raruna...

Además de visitar templos (que acabé un poco hasta el gorro de esquivar turistas), también degustamos la gastronomía local en uno de los míticos restaurantes de la ciudad, el Aroon. A Canelón se le antojó una salchica que, si no se la pide revienta, y también probamos el famoso khao soi, una sopa picante con noodles, típica del norte tailandés.

Estando en Chiang Mai, y ya con el buche lleno, comenzamos a darle vueltas a nuestro próximo gran destino. En nuestro itinerario tocaba Myanmar, pero habíamos leído que la calidad-precio está fatal, que pagas mínimo 30 euros por un cuartucho de mierda, que si has viajado algo por Asia te defrauda, y demás cosas que nos quitaron el ánimo... Tal como está el euro ahora y dadas nuestras credenciales en Chile y Nueva Zelanda, decidimos que mejor no ir, ya tendremos otra ocasión. Pero, ¿hacia dónde tiramos? En Vietnam estuvimos en septiembre, así que no, a Camboya le tenemos ganas, la verdad, y en Laos estuvimos hace cuatro años pero nos gustó tanto que no nos importaría volver.... ¿Y si volvemos? Y así, sin pensarlo demasiado, como todas las grandes ideas, decidimos que Laos sería el próximo destino.

Con esta información cerrada, salimos de Chiang Mai hacia Chiang Rai, un pueblito lleno de viejos turistas decrépitos paseándose de la mano de guapísimas asiáticas. Qué asco... A pesar de que el gobierno tailandés está haciendo lo posible por acabar con el turismo sexual, la verdad es que se sigue viendo. Yo sólo sé que como vea a algún indeseable con una niña, no respondo...

Aparte de tragar con este espectáculo lamentable, que te revuelve las tripas más que un huevo en mal estado, no hay mucho más que ver en Chiang Rai, exceptuando el Templo Blanco. Pasamos la tarde preparando el viaje a Laos y, a la noche, nos fuimos al mercado nocturno, sorprendentemente casi más turístico todavía que el de Chiang Mai, con música y bailes tailandeses que deleitan la cena de los guiris.

A la mañana siguiente amanecimos con la emoción que te invade cuando cruzas una nueva frontera. Cogimos un bus hasta Chiang Khong, rellenamos las visas, pegamos nuestro careto en tamaño foto de carnet, pagamos, lo entregamos todo y, de pronto nos cierran las ventanillas. ¿Cómo? ¿Y nuestro visado? Arrimo la cabeza al cristal y me encuentro esta estampa: todos los funcionarios comiendo de pie, compartiendo cucharas y palillos, risas, sopas y arroces, y tomándoselo con muuucha calma. Así es como aprendí que hay dos maneras de trabajar: con alegría, o con cara de estreñido. ¿Quizá deberíamos aprender más de los laosianos que de los alemanes?

Como era la hora de comer, nos retrasamos un pelín con los trámites, pero al de nada ya estábamos en nuestra querida Laos tomándonos una sopa y riéndonos de todo. Felices. Es increíble que, recorriendos tan sólo unos pocos kilómetros, tengas la sensación de estar en un país diferente. Más verde, más tranquilo, menos turístico. Así es Laos, uno de los países más pobres del sudeste asiático. Sólo te recomiendo que no te pierdas ni un post, porque aunque Tailandia se lleve todos los titulares, Laos tiene algo especial, ya lo verás...

DATOS PRÁCTICOS:
- Para llegar de Sukhotai a Chiang Mai: 6 horas en bus 300 baths
- Qué ver en Chiang Mai: lo más interesante se encuentra en el centro histórico, donde lo mejor es perderse por sus templos. A la noche, se puede visitar su mercado nocturno, cenar algo allí y, quien quiera, practicar shopping.
- Para llegar de Chiang Mai a Chiang Rai: 3 horas en bus, 140baths
- Dónde dormir en Chiang Rai: City Home guesthouse, 500 baths con café y wifi dudosa.

Cómo cruzar la frontera a Laos desde Tailandia: 
Os lo contamos en este post...

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