jueves, 11 de diciembre de 2014

NUEVA ZELANDA ES COMO LA CLAUDIA SCHIFFER...

Mira que lo leí en un blog de dos chicas que daban la vuelta al mundo : "Nueva Zelanda, sin más..." Supongo que por nuestros post, que prácticamente se limitan a contar el itinerario, habéis podido deducir que este país no nos está gustando tanto como esperábamos.

No me cansaré de repetir que sí, que los paisajes son muy bonitos, de eso no hay duda, pero eso es todo. Al principio no sabíamos cómo explicarlo, y además nos sentíamos un poco culpables por "quejarnos", pero para eso se inventó el vino, señores.

Aprovechamos una rica cena en La Viejuna para darnos el capricho de abrir una botellita de vino australiano,  que las penas se van cantando... El subconsciente empezó a borbotear en nuestras lenguas de Baco, y por fin nos desahogamos a gusto. 

Al parecer, tras cinco meses de adrenalina sudamericana, toparnos de pronto con tantas comodidades se nos hizo extraño.  Aquí es todo demasiado fácil, y nosotros somos de los que les gusta buscarse las castañas... Tuvimos la sensación como de volver a casa, porque sí, esto muchas veces nos recuerda a Euskadi, aunque por aquí faltan unos buenos pintxos y sobran cadenas de comida rápida.
Después de estar pescando pirañas, buscando jaguares por la selva, esquivando motochorros o probando rocotos picantes... nos vimos de nuevo metidos en ese estado de confort del que, precisamente, nos apetecía salir, y todo el subidón viajero se hizo pequeño de golpe. 

Una vez identificado el problemilla, nos prometimos disfrutar más de Nueva Zelanda, pero con un presupuesto limitado es complicado porque aquí todo está pasadísimo de precio. No puedes alquilar un kayak, ni una caña de pescar, ni tomarte un café en una terraza, y por supuesto ni hablar de sobrevolar Milford Sound en helicóptero, pegarse un crucero por Doubtful Sound, o pisar el hielo del glaciar Fox... Lo cierto es que hay dos Nueva Zelandas, una para los que la puedan pagar, y otra para los que no podemos.

Cuando pensábamos que éramos los únicos que no se maravillaban con esta tierra, y ya aceptado que somos todavía más raros de lo que creíamos, no paramos de encontrarnos con gente que sentía lo mismo que nosotros. El país muy bonito, sí, pero soso.
Por supuesto, hay millones de gentes que vuelven a sus casas enamoradas de Nueva Zelanda pero, aunque decir que te has equivocado en la elección de destino sea duro, nosotros tenemos que contaros nuestra verdad, y este país es muy bonito pero monótono. La calidad-precio y el clima tampoco ayudan mucho. Se supone que la mejor época para visitarlo es de diciembre a febrero, y aquí nos tenéis, a 11 de diciembre y con el plumífero puesto... Y del precio mejor ni hablar, que cada vez que nos acordamos del dineral invertido en este país nos da un jamacuco, y eso que hemos cocinado prácticamente todos los días en La Viejuna, comida y cena, hemos comprado las birras en el súper (dónde unas pechugas de pollo te cuestan 12 euros), y no hemos contratado nada. Ni una triste salida de pesca...
Para nosotros es el típico destino sobrevalorado, que te deja con la boca abierta cuando ves las fotos maqueadas en internet (todas con sol), pero que, una vez aquí, te aburres de ver tantos lagos y pinos, y ni rastro de maoríes... Vamos, que nos lo imaginábamos más auténtico, y de eso nada. Ahora bien, BONITA es, pero como la Claudia Schiffer, cara y aburrida.

*Obviamente este post es totalmente subjetivo y se basa en las circunstancias que nos tocó vivir: clima horroroso, bajo presupuesto y una experiencia anterior en Sudamérica. Quizá si hubiéramos ido sólo dos semanas de vacaciones nos hubiera gustado más...

Si te gusta el blog sobre nuestra vuelta al mundo... No hagas el canelo y ¡SÍGUENOS!
Canela & Canelón en: 
FACEBOOK    TWITTER     FLICKR
canelaycanelon@gmail.com

1 comentario:

  1. Le falta alma al asunto por lo que parece no?
    Buen viaje a Fiji y a seguir narrando tan bien!!
    Ki

    ResponderEliminar

MIL GRACIAS POR COMENTAR!!! Intentaremos responderte, aunque no sabemos cuando...