DE BARRO HASTA LAS OREJAS EN EL PARAÍSO...

Cuenca nos maravilló desde un primer momento, y aunque nos da mucha pena dejar esta ciudad que tanto ofrece, llegó la hora de decirle adiós.

Para despedirla, qué mejor plan que un poco de relax y confort. Tras dos pinchazos en el trasero y días de antiinflamatorios, mi rodilla se lo merecía, así que ayer nos fuimos directos al paraíso. A sólo 8 km de Cuenca, en la parroquia de Baños, se encuentran varias piscinas de aguas termales extraídas de las entrañas de un volcán, en las que poder disfrutar de un buen descanso termal. Nosotros escogimos el SPA Piedra de Agua, edificado a base de piedras volcánicas de color rojizo que hacían del lugar un sitio precioso.

Nos atendió Cristina, nuestra guía durante el circuito SPA que contratamos por 30 dólares (algo así en España ni hay, pero de haberlo, rondaría desde los 90 hasta los ciento y pico euros). Comenzamos con los baños de cajón, en los que parecía que moriríamos decapitados... Allí aspiramos el vapor de eucalipto, divino para abrir las vías respiratorias y limpiar impurezas.

A continuación, un buen baño en el lodo, cual gorrinos. Lo llamaban lodoterapia rojo que, sin duda, suena mucho más fino. Al parecer, el barro que te aplicas por cara, cabello y cuerpo, contiene magnesio, calcio, hierro, fósforo y zinc, por lo que es ideal para las líneas de expresión y el acné. Pasados los diez minutos de la aplicación se nos quedó la cara tan estirada como la de Cher. Os dejamos foto y un pequeño vídeo en el que salimos bien morenos...

Después pasamos a la lodoterapia azul, en la cual te aplicabas un mejunje a base de oro, cuarzo, cobre y plata que sirve, nada más y nada menos, que para hidratarte, rejuvenecer y equilibrar tu energía. Puede sonar a cuento chino pero os aseguramos que funciona. Salimos de la piscina con un zen que ni el mismísimo Buda...

El circuito proseguía con las piscinas subterráneas de contraste, un lugar que rozaba lo mágico. Imaginate, bajando en albornoz a una cueva de piedras volcánicas, con velas en cada escalón, y encontrarte con una piscina de agua transparente bien calentita. Claro que, tras diez minutos de gloria, tocaba un minuto en el infierno... La piscina de agua fría no molaba tanto.

Para acabar, un mítico baño turco y ducha fría para cerrar los poros. Llegó la hora de comer, un sandwich fue más que suficiente, y a seguir disfrutando en las calientes aguas de la piscina japonesa. Como dice mi suegro en estas ocasiones, existe otra vida más barata, pero no es vida...

Sin duda, Piedra de Agua fue un regalo para el cuerpo y los sentidos. Nos despedimos hasta el siguiente post, Canela&Canelón, los canelos.

DATOS PRÁCTICOS:
- Coste 30 dólares.
- Duración del circuito SPA: 60 minutos con un guía que te orienta. Una vez finalizado el tour, puedes repetir por tu cuenta las veces que quieras.
- Se puede llegar en taxi por 4 ó 5 dólares, o en autobús. Hay una parada muy cerca.
- Recomendamos llevar bañador de color oscuro, pues te manchas bastante en la lodoterapia roja. El bañador crema de Canelón se quedó marrón caca...
- Si andáis justos de pasta, llevaros algo para comer, pues la comida que allí ofrecen es un pelín cara para bolsillos mermados.
- No es necesario llevar toalla, ellos te las prestan, además del albornoz. Sí recomendamos llevar chanclas.

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