viernes, 17 de enero de 2014

¡ADIÓS LAOS!

(En anteriores capítulos... LUANG PRABANG  y DE NORTE A SUR)

Fragmentos del Cuaderno de Bitácora de Canela, 31 de Diciembre de 2010
"Ya estamos en Paksé otra vez... Y ahora toca pensar la ruta de viaje. Ojeamos un poco la Lonely Planet y, como siempre, nos guiamos por nuestro instinto. Es increíble lo bien que funciona la intuición... Tras un rato... ¡Decidido! ¡Nos vamos a Champasak! Pero... ¿Cómo demonios llegamos hasta allí? Pues habrá que ir en esto:

Entro y, nada más sentarme en el banquito de madera en el que justo justo me cabe el culo, me ponen dos sacos debajo de los pies y un melón sobre las piernas, para que lo agarre durante todo el viaje. Como es costumbre en cualquier transporte laosiano, la mini furgo se abarrota de gente y volvemos a parecer dos piezas de tetris... Otra vez más, somos los únicos guirnaldas y yo me planteo si no estaremos haciendo el canelo... Pero me gusta el contacto con la gente de aquí. Al principio sus miradas son de recelo, pero poco a poco empiezan a sonreírnos, y terminamos todo el viaje hablando con gestos y muecas. ¡Es fantástico!

Parece que hay un pequeño problema... Llevamos un rato parados sin poder arrancar, algo no marcha bien. El vehículo se ha quedado atascado en la arena, así que toca empujar. Yo me libro (por pequeña), pero a Carlos le han visto tiarrón así que se lo llevan (bueno, más bien él se presta voluntario) Doy fe de que empujó como el que más, pero por si acaso adjunto pruebas...


Con su facilidad para el colegueo, Canelón acaba montado en el asiento del copiloto, lo que viene siendo la primera clase del vehículo (por fin puede estirar piernas y brazos)... Así que yo me quedo sola en la parte de atrás con mis nuevas amigas laosianas, que aprovechan para intentar venderme carteras... ¡mira tú qué listas! Pero son tan majas... ¡Mecachis en la mar! ¡De pronto veo bolsas, melones, y equipaje en la carretera! Yo y mis amigas nuevas gritamos para que el chófer pare y todos nos bajamos, muertos de la risa, para recogerlo todo. Ya estamos cerca de nuestro destino final y aunque lleguemos con las piernas agarrotadas, ha sido un viaje divertidísimo, de los que nunca se olvidan..."


CHAMPASAK
"Por fin estamos aquí... Mientras empujaba la furgo, Carlos ha contactado con un señor que se ha acercado a ayudarles. Hablaba francés y como Carlos también lo habla, no ha perdido la oportunidad de contarle que era propietario de un hotel... Al parecer el más barato de Champasak, así que para allá nos fuimos... y con esto nos hemos encontrado:

Pero viajar a la aventura y con un presupuesto limitado tiene estas cosas, ¡así que nos quedamos! Es un poco tarde, por lo que que picamos algo mientras los mosquitos nos invaden, nos aseamos y salimos a dar una vueltilla... Al regresar al hotel, el hijo del señor que hablaba francés nos invita a cenar con él y sus amigos, y es que hoy, ¡es Nochevieja! Sin pensarlo dos veces, decimos que sí, ¡of course! Y a pesar de no tener muchas expectativas, pasamos la mejor Nochevieja de nuestra vida... ¿Para cenar? ¡Un montón de platos! Noodles de distintos tipos, sopas, arroz con verduras, tallarines, pollo... Y también un montón de cervezas con las que brindar...

Exceptuando el hijo del señor, ninguno tenía ni papa de inglés, pero eso no fue ningún impedimento a la hora de bromear... ¡Se lo pasaron bomba poniéndome delante todos los botellines de cerveza vacíos, y diciendo que me los había bebido todos yo! Después Carlos sacó unos puros que su padre le había regalado antes del viaje, ¡y ahí ya se armó la gorda! Total, que acabamos la noche bailando danzas laosianas y más pedo que Alfredo... ¡Pero qué bien lo pasamos!

Fragmentos del Cuaderno de Bitácora de Canela, 1 de Enero de 2011
Al día siguiente, nuestro careto era un poema... pero madrugamos para ver Wat Phu Champasak, y aunque no puede compararse, nos recordó a Angkor... "Hay algo en estas ruinas, tan majestuosas, que te hacen sentirte más grande, y a la vez más pequeña...

Subimos los escalones con el sol pegando fuerte, cuanto más arriba, más bonito es el paisaje. Nuestra botella de agua no se separa de nosotros (¡¡¡qué resaca!!!)... Disfrutamos del templo y sus parajes y, después de ver esta maravilla, volvemos otra vez al hotelucho, pero hoy, prometo que brindaremos con agua..."

Así acabó nuestro periplo en Champasak... Al día siguiente partimos rumbo a las 4000 Islas, para relajarnos un poco antes de volver a casa... Visitamos Don Det y Don khon y la verdad es que no se estaba nada mal... ¡Suerte poder quedarnos unos cuantos días!

Hicimos unos amigos muy especiales, con los que estuvimos toda una tarde jugando...

Recorrimos toda la isla en bici (las alquilan por cuatro duros) y fuimos a ver las cascadas y, para coger fuerzas... ¡nos comimos una brocheta de rana! (yo admito que solo la patita, aquí el valiente fue Carlos...) Otro día fuimos de pesca, fue maravilloso ver atardecer desde la canoa de madera... pero lo más divertido fue que ¡pesqué mi primer pez de toda mi vida en el Mekong! Carlos tenía más practica así que se hizo con unos cuantos más...

Nos dio mucha pena irnos, pero todo tiene un final, así que hicimos las mochilas por última vez para volver a Vientiane, y de allí para casa.... Volveremos, Laos, algún día...

Si tienes alguna duda a cerca de Laos, contacta con nosotros e ¡intentaremos ayudarte!
Y si te gusta el blog... No hagas el canelo y ¡SÍGUENOS!
Canela&Canelón en: 
FACEBOOK    TWITTER     FLICKR
CONTACTO: canelaycanelon@gmail.com



2 comentarios:

MIL GRACIAS POR COMENTAR!!! Intentaremos responderte, aunque no sabemos cuando...