(foto de Ricardo Zamanillo)
El viernes hicimos una breve pero intensa visita a El Puertito, y sí, cayeron unas cuantas... Me hace gracia ver cómo observa atento al tipo que abre la ostra bajo su fiera supervisión. Porque él no come una ostra sin que se la abran delante. Y es que para nuestro Canelón, el abrir la ostra es todo un arte. Me cuenta que el jugo se tira, se espera un poquito y la misma ostra regenera ese agua, dando un jugo limpio y nuevo que a él le chifla. Puedo prometer y prometo, que no se corta un pelo al sorber...
Como más las disfruta es comiéndolas al natural con un poquito de limón, digan lo que digan los puristas, y un buen vino blanco para acompañar. Y yo disfruto sólo de verle gozar tanto con algo tan viscoso y feo... Admito que a mí, este molusco me produce cierto repelús, por lo que jamás las he probado. Pero, quien sabe, quizá algún día, en una de las muchas visitas que sin duda haremos a El Puertito, me atreva a probar una ostra. Ya os contaré... Por cierto, dicen que las ostras o te encantan o no te gustan nada, ¿en qué equipo estás tú?
*Si te has quedado con ganas de más, aquí puedes ver un reportaje fotográfico de Ricardo Zamanillo sobre El Puertito, y en la web de la ostrería puedes encontrar más información.
Y si te gusta el blog... No hagas el canelo y ¡SÍGUENOS!
CONTACTO: canelaycanelon@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
MIL GRACIAS POR COMENTAR!!! Intentaremos responderte, aunque no sabemos cuando...